El espectáculo más popular, por difusión y seguidores,
era el teatro. Además de las representaciones en los teatros construidos,
muchos pueblos recibían la visita periódica de las compañías
de cómicos que representaban, cantaban y bailaban en la plaza o en
cualquier lugar improvisado.
El teatro no era concebido sólo como representación de obras
dramáticas, sino que se introducía la música y la canción.
Se representaban comedias, sainetes, vodeviles, óperas y zarzuelas.
Los burgueses iban muchas veces al teatro a verse, a exhibirse y a reconocerse.
Esto era facilitado por la forma de herradura de los propios teatros, que facilitaba
la panorámica del resto de localidades. Así en muchas imágenes
de época el público aparece dirigiendo sus prismáticos
a otros palcos y no a la escena.
Museo Zumalakarregi Museoa