“Y así como juzgamos que los bailes públicos influyen
en el carácter moral, hallamos también en ellos y en estos juegos
[pelota] la razón de la robustez, fuerza y agilidad de que están
dotados aquellos naturales.” Estas palabras de Jovellanos nos indican
que la afición a la pelota ya estaba ampliamente extendida en Euskal
Herria para finales del siglo XVIII.
La construcción de frontones se multiplica a lo largo del siglo
XIX, pero es de todos conocido que estas construcciones no eran tan necesarias
ya que los frontones se improvisaban en cualquier muro de las edificaciones
existentes.