Nació en Tortosa el 27 de diciembre de 1806. Realizó estudios eclesiásticos en los monjes trinitarios, pero abandonó el Seminario y se presentó en Morella al coronel Barón de Herbés, como voluntario en el ejército carlista de la primera guerra. Derrotado y fusilado éste en 1833, Cabrera pronto destacó por sus dotes militares. En abril de 1835, Carlos V le nombró jefe de las fuerzas carlistas de Aragón y Valencia, en sustitución de Manuel Carnicer, dando un gran impulso a la guerra, especialmente por su extraordinaria movilidad. Se convirtió en el Zumalacárregui de esta región, apodado por su crueldad como el "Tigre del Maestrazgo".
En represalia por la muerte de dos alcaldes cristinos de la comarca de Alcañiz, el general Nogueras fusiló a la madre de Cabrera, Ana María Griñó, el 16 de febrero de 1836 en Tortosa, hecho que tuvo gran repercusión en Europa y que contribuyó a endurecer aun más la guerra en el Maestrazgo. En otoño de 1836 acompañó a Gómez en su expedición por territorios de La Mancha, Andalucía y Extremadura y al año siguiente, uniéndose a las tropas que partieron del Norte, participó en la Expedición Real.
Después de su victoria en Maella en octubre de 1838, fue nombrado teniente general y conde de Morella. Cabrera llegó a organizar un pequeño estado con capital en Morella, que fue el centro de la actividad carlista.
En 1839, no aceptó el Convenio de Bergara, se retiró con su ejército al norte de Cataluña y tras una última resistencia en Berga pasó a Francia en julio de 1840, hecho que dio fin a la Primera Guerra Carlista.
Seis años más tarde, al iniciarse la guerra de los "matiners", fue designado por Carlos VI, jefe supremo de las fuerzas carlistas en Aragón, Cataluña, Valencia y Murcia. En 1848 entró en Cataluña para ponerse al frente de las tropas carlistas, llegando a organizar un ejército de cerca de 9.000 hombres. En enero de 1849 ganó el título de marqués del Ter por su actuación en los combates de Amer y El Pasteral, donde fue herido. Pero tres meses más tarde tuvo que regresar a Francia, debido a que la guerra no enraizó fuera de Cataluña y por la gran superioridad de las fuerzas gubernamentales, fijando su residencia en Inglaterra.
En 1850 se casó con Marian Katherine Richards, dama inglesa y anglicana de la alta sociedad, que poseía una buena fortuna. Su alejamiento de los centros de exiliados carlistas fue acercándole con el tiempo a ideas moderadas y más liberales.
Carlos VII le ofreció la jefatura militar suprema del tercer levantamiento carlista, pero Cabrera rechazó el ofrecimiento y se negó a participar en otra guerra civil. En 1875, reconoció como rey legítimo a Alfonso XII y éste, con fecha 21 de agosto, le nombró capitán general del Ejército y le reconoció todos los títulos y honores conseguidos en los campos de batalla.
Ramón Cabrera falleció en Inglaterra el 24 de mayo de 1877.