Historia militar del siglo XIX en el País Vasco
GASPAR JAUREGI "EL PASTOR". (1791-1844)
Nació en Urretxu en septiembre de 1791. Hijo de un pastor, acompañó a su padre desde niño por lo que era un gran conocedor del territorio cuando se produjo la invasión francesa en 1808. Dos años después inicia su andadura guerrillera atacando a varios correos franceses. La presión ejercida por las tropas napoleónicas sobre su partida le obligó a huir a Navarra donde se unió al Corso Terrestre de Espoz y Mina. Tras unos meses bajo las órdenes del célebre guerrillero navarro, éste le cedió a unos 60 guipuzcoanos que luchaban en Navarra para que Jauregi extendiera la lucha guerrillera a la provincia de Gipuzkoa.
Desde enero de 1811 hasta la expulsión de los franceses el verano de 1813 su actividad guerrillera fue ininterrumpida tanto en Gipuzkoa como en las vecinas Alava y Bizkaia. Tuvo a sus órdenes a Tomás Zumalacárregui que ejerció como su secretario y le enseñó a escribir.
Tras la guerra, que terminó como coronel, no continuó la carrera militar sino que se dedicó a los negocios como tratante, mientras era alcalde de su localidad natal Urretxu.
En el Trienio liberal se adhirió a la causa gubernamental luchando como comandante de las Milicias Voluntarias contra antiguos compañeros suyos, como Tomás Zumalacárregui, que se unieron a la guerrilla realista. La entrada de los 100.000 Hijos de San Luis reinstaurando la monarquía absoluta le llevarán al exilio francés. Tras la amnistía de mayo de 1824 volvió a su pueblo, pero en 1830 lo volvemos a encontrar exiliado en Bayona, donde junto a Espoz y Mina organizaba la invasión que pretendía la vuelta al sistema constitucional. Ésta fracasó por falta de apoyo popular lo que le volvió a enviar al exilio.
Tras la muerte de Fernando VII, las autoridades liberales le llamaron para que dirigiera las tropas guipuzcoanas contra los carlistas. Fue nombrado Brigadier y participó en las principales batallas de esta guerra liderando a la columna móvil de los Voluntarios de Guipúzcoa, los Txapelgorris. Una vez más tuvo que enfrentarse a su antiguo ayudante Zumalacárregui, en Ormaiztegi o en Deskarga, por ejemplo, sufriendo severas derrotas.
Al parecer mantuvo una postura firme contra el carlismo, pero respetando a la población civil y tratando de que los daños a la provincia fueron los mínimos. Por ello se enfrentó a los generales "incendiarios" como Rodil u O'Donell.
Tras abandonar sus cargos por motivos de salud, hacia el final de la guerra mantuvo posturas cercanas a Muñagorri y su "Paz y Fueros", aunque su lealtad al gobierno constitucional le impidió unirse a él.
Tras el abrazo de Bergara fue nombrado "Alcalde de Sacas" o responsable provincial de la frontera en Behobia. Se sublevó en defensa de los Fueros contra Espartero en octubre de 1841, volviendo, una vez más, al exilio tras su fracaso. Vivió en Bayona hasta la caída de Espartero en 1843 cuando se le nombró Capitán General de las Provincias Vascongadas. Finalmente fue nombrado Comandante General de la provincia de Alava cargo que ostentaba cuando murió en Vitoria en diciembre de 1844.
