A comienzos de 1835, Zumalacárregui pasó de Navarra a Gipuzkoa con unos 2.000 hombres con la intención de enfrentarse a los "Txapelgorris" de Gaspar Jáuregui "El Pastor". Se acercó a Urretxu en busca de estos voluntarios liberales, pero los "Txapelgorris" se encontraban en Bergara protegidos por el ejército del general Carratalá. También cabe destacar la presencia de unos 8.000 soldados liderados por Espartero, Lorenzo, Iriarte y Quintana. Al tener noticia éstos de que Zumalacárregui andaba cerca y saber de la superioridad de sus efectivos, el día 2 de enero decidieron atacar cerca de Ormaiztegi.
Los carlistas estaban apostados en el monte entre Mutiloa y Ormaiztegi. El enfrentamiento fue muy duro debido a las incesantes acometidas con bayoneta de los liberales, pero los carlistas lograron mantener su posición hasta el anochecer. Por la noche, los carlistas se replegaron a Segura y los liberales a Ormaiztegi. Ambos bandos habían perdido ya 500 hombres en el campo de batalla. Al día siguiente, los liberales volvieron a cargar. No obstante, lo hicieron con menos fuerza que el día anterior y tuvieron que desistir al mediodía. Jáuregui se batió en retirada a Ordizia. Carratalá y el resto se dirigieron a Bergara con los carlistas pisándoles los talones.
Los liberales intentaron maquillar su derrota. En San Sebastián llegaron a celebrar la victoria con repique de campanas e incluso encarcelaron a un mensajero que les trajo nuevas de la batalla. Al final, tuvieron que aceptar su fracaso.