Aprovechando la salida del grueso del ejército carlista en la Expedición Real las tropas de la guarnición liberal de San Sebastián dirigidas por Lacy Evans, comandante de la Legión Auxiliar Británica, iniciaron un ataque con el fin de conquistar el corredor que unía la ciudad con la frontera francesa en mayo de 1837. Acababan de recibir el apoyo de tropas embarcadas en Portugalete y cerca de 20.000 hombres salieron de San Sebastián para conquistar Lezo, Rentería, Astigarraga y Hernani el 14 y 15.
Espartero se estableció en Hernani para defender el avance de las tropas de hacia Oiartzun y la desembocadura del Bidasoa. Los carlistas abandonaron Oiartzun, ante el avance de la división de Jáuregui "El Pastor", pero decidieron resistir en Irun.
Esta guarnición basaba su defensa en el fuerte del "Parque" y la propia casa consistorial, fortificada para la ocasión. Unos 500 carlistas, entre tropas y voluntarios se dispusieron a defender el ataque de los 12.000 hombres de Evans, 5.000 de ellos británicos, recientemente humillados en la batalla de Oriamendi. La tarde del 16 se inició el ataque con un bombardeo por parte de los artilleros británicos, sin conseguir más que conquistar las casas extramuros de la población.
Al amanecer del 17 se reinició el ataque que se prolongó todo el día por la defensa encarnizada de los carlistas. La escasa potencia de los cañones liberales les obligaron a atacar con la infantería y, a costa de numerosas bajas, conquistar la población prácticamente casa a casa. Finalmente tanto la casa consistorial como el fuerte capitularon esa misma tarde.
La dura lucha y las numerosas pérdidas sufridas provocaron el saqueo de la población por parte, principalmente, de las tropas británicas. Hondarribia capituló al día siguiente sin ofrecer resistencia. La frontera guipuzcoana pasa a ser controlada por los liberales.