La primera batalla de Arlabán se libró en enero de 1836. El general liberal Córdoba salió de Vitoria-Gasteiz para intentar arrebatar el alto de Arlabán a los carlistas. En el flanco derecho, la legión británica de >Lacy Evans se dirigió al castillo de Guevara; en el centro, la legión francesa de Bernell se dirigió al alto de Arlabán y en el flanco izquierdo, Espartero tenía como misión la toma de Legutiano. Al frente de las tropas carlistas se encontraba Egia, ayudado por el brigadier Bruno de Villarreal.
El duro enfrentamiento duró dos días (el 16 y el 17). Al término de la lucha la situación no había cambiado ya que, aunque los liberales llegaron a tomar Legutiano y el alto de Arlabán, el día 18 tuvieron que volver a Vitoria-Gasteiz. Las bajas ascendieron a 300 en las filas carlistas y a 600 en las liberales.
En mayo, Córdoba volvió a intentar hacerse con el alto de Arlabán. En esta ocasión, la lucha duró cuatro días. Los liberales quemaron la fábrica de armas que los carlistas tenían en Araia. Las tropas avanzaban y retrocedían, cayendo Salinas de Léniz en manos de unos y otros incesantemente. En esta ocasión también fue Espartero el líder liberal más destacado, mientras que entre los carlistas el más sobresaliente resultó ser Villarreal. El 26 de mayo, los liberales se retiraron a Vitoria-Gasteiz quemando caseríos a su paso, especialmente en Legutiano.
Las bajas fueron de unos 600 soldados en cada uno de los bandos. Ambos se consideraron vencedores de esta batalla, aunque se podría concluir que fueron los carlistas quienes más ganaron en ella ya que, después de perder sus posiciones en Arlabán, éstas quedaron finalmente en sus manos. El coronel Narváez, quien unos años después sería contrincante político de Espartero , fue herido en esta batalla.