Entró en la cárcel de Durango ocultando bajo su traje tres vestidos de mujer y con el pretexto de visitar a los prisioneros, consiguió que tres oficiales lograran escapar. En otra ocasión, tras recorrer las casas de algunos vecinos y recoger muchas prendas de vestir, Maria Angela disfrazada de hombre, entró en la cárcel y ayudó a fugarse a una treintena de presos.
Cuando el gobernador de Bilbao, el general Avril, conoció sus andanzas la condenó a dos años de prisión. Avril la amenazó, con el fin de conocer los nombres de las personas que la habían ayudado, sin conseguir su objetivo.
El guerrillero Ignacio Alonso Cuevillas, atacó la cárcel, liberando a María Angeles y la condujo a Logroño. Cuando los franceses conquistaron Logroño la apresaron y la encerraron en Bilbao, condenándola a muerte